30.1.07

La mentira real


Algunos de mis usuarios favoritos viven en los apartamentos tutelados o en la residencia de la propia fundación. Su mundo perfecto se reduce a una existencia algodonada y con cantos romos, donde siempre están protegidos y ningún agente externo puede perturbarles la sosegada y predecible vida que les hemos programado. Sólo de vez en cuando salen al mundo exterior, como los astronautas de las películas de ciencia ficción antiguas, con unos medios escasos para sobrevivir ante una realidad abrumante. Su épica batalla con la tarjeta bus les proyecta hacia lo que a los que nos autodenominamos normales nos parece cotidiano y que, a ellos, les ilumina los ojos como si siempre cumplieran el mismo número de años.
Vivir en una hiperrealidad como puede ser el interior de un casino, donde todo es intencionada y visiblemente falso, para que a los ludópatas también les parezca irreal la experiencia y se dejen sus muy reales cuartos, se hace a veces imprescindible para quienes necesitan de una sencillez extrema para no sufrir lo que pueda deparar el otro lado de la colina.

No hay comentarios:

Seguidores