No puedo dormir. Mi cerebro bulle: curso de informática, exposición, Saw 2, piscina -un momento bajo el agua en el que nada existe-, barnizar la ventana -icono de mi reintegración en Matrix-, La Red y su Trelowney -sin duda lo único que vale de la serie-, Reconstrucción Total en People + Arts, mi chica perdiendo el sueño en el chat, yo privándome del chocolate para poder dormir -inútil medida-, el mono araña de peluche, bola de espejos ahuevada, el muñeco de posturas para dibujo que amenaza con el suicidio, comprar acrílicas para el cuádruple cuadro de múltiples posibilidades -al menos una siena claro y otra cían-, la batería de coche muerta -ni con desfibrilador arrancaba el coche del suegro tras 5 meses-, cedés de marca desconocida, el contrachapado arrancado del armario, las disciplinadas hormigas del fregadero,... y podría seguir.
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