
Hoy o, mejor dicho, ayer ya debido a la hora que es, recibimos la noticia de la visita de un alto cargo de alguna administración de esas que subvencionan a las ONGs. Como trabajo en una fundación para el colectivo de discapacitados intelectuales, nuestros jefes nos metieron prisa para ordenar todo antes de que vinieran los superfuncionarios. Así que por allí nos teníais a todos los monitores como meretriz por matorral.
Mis usuarios favoritos, por supuesto, se olieron que algo importante ocurría. El caso es que, mientras todos los días dan más mal que una liendre en las pestañas, en este caso se portaron como los angelitos de cartulina que están recortando por estas fechas. La estampa era hasta irreal y, personalmente opino que si nuestros jefes sólo pasan por nuestra sala en estas ocasiones, no pueden valorar en su justa medida nuestro trabajo.
Y al margen del trabajo: de puente a puente porque se me lleva la corriente.
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